El control de la glucosa en sangre es fundamental para el manejo eficaz de la diabetes, ya que proporciona datos esenciales para la toma de decisiones informadas sobre los ajustes del tratamiento. Los distintos métodos de control cumplen diversas funciones terapéuticas y ofrecen información sobre diferentes aspectos del control glucémico. Al combinar estos métodos, los médicos pueden obtener una visión integral de los niveles de glucosa en sangre del paciente, lo que permite estrategias de manejo más precisas.
Métodos de monitoreo y su importancia:
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Glucemia capilar: Esto refleja los niveles inmediatos de azúcar en sangre y se suele medir en casa utilizando tiras reactivas desechables.
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Hemoglobina glicosilada (HbA1c): Considerada la prueba de referencia para evaluar el control glucémico a largo plazo, la HbA1c refleja los niveles promedio de glucosa en sangre durante los últimos 2 a 3 meses.
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Proteína sérica glicada (GSP): El GSP, que refleja los niveles promedio de azúcar en sangre de 2 a 3 semanas antes de la prueba, está influenciado por la vida media de la albúmina en el cuerpo.
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1,5-Anhidroglucitol (1,5-AG): Este marcador refleja con precisión el control del azúcar en sangre en un plazo de 1 a 2 semanas y es particularmente útil para detectar fluctuaciones del azúcar en sangre posprandiales.
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Monitorización continua de glucosa (MCG): El MCG proporciona información en tiempo real sobre la glucosa en sangre, realizando un seguimiento de las fluctuaciones a lo largo del día y descubriendo patrones que pueden no ser detectados por los métodos tradicionales.
Planes de monitoreo personalizados:
Los planes de seguimiento personalizados son esenciales para las personas con diabetes, incluidas poblaciones especiales como pacientes perioperatorios, pacientes en estado crítico, personas mayores y mujeres con diabetes gestacional. La frecuencia y el momento del seguimiento se basan en la condición del paciente, los objetivos del tratamiento y la pauta de insulina.
- Para los pacientes que no alcanzan los objetivos de glucosa en sangre, monitorizar al menos 5 veces al día.
- Una vez alcanzados los objetivos, reduzca la monitorización a entre 2 y 4 veces al día.
- Para quienes reciben múltiples inyecciones de insulina o terapia con bomba de insulina, se recomienda controlar la glucemia antes y después de las comidas, al acostarse, antes de hacer ejercicio y cuando se sospeche de hipoglucemia.
Los principios para los planes de seguimiento se alinean con las "Directrices chinas para la prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2 (edición de 2013)" y permiten a los profesionales sanitarios flexibilidad para adaptar el seguimiento en función de las necesidades individuales de cada paciente.
Consideraciones especiales para grupos:
- Los usuarios de medicamentos hipoglucemiantes orales deben controlar el azúcar en sangre en ayunas o posprandial de 2 a 4 veces por semana o de forma continua durante 3 días antes del tratamiento.
- Los usuarios de insulina deben desarrollar un plan de monitoreo basado en su tipo y régimen de insulina específicos.
Conclusión:
El control de la glucosa en sangre es fundamental para el tratamiento de la diabetes. Las guías actualizadas facilitan una mejor comprensión del nivel de azúcar en sangre, lo que permite a los médicos ajustar los planes de tratamiento, mejorar el control glucémico, retrasar las complicaciones de la diabetes y reducir los costes sanitarios, ofreciendo importantes beneficios a las personas con diabetes.