Los pacientes con diabetes tipo 1 presentan deficiencia de insulina debido a la destrucción de las células beta pancreáticas y son propensos a la cetosis. Necesitan insulina para controlar sus niveles de glucosa en sangre de por vida. En comparación con los pacientes con diabetes tipo 2, los pacientes con diabetes tipo 1 pueden tener mayor probabilidad de sufrir problemas psicológicos, los cuales presentan ciertas características.
1. Problemas psicológicos y de comportamiento generales
Los pacientes con diabetes tipo 1 y sus familias atraviesan un proceso que va desde la negación hasta la aceptación a partir del diagnóstico de la enfermedad. Este proceso incluye duelo, afrontamiento del estrés y las dificultades, y adaptación. Dado que el tratamiento de la diabetes conlleva cambios en el estilo de vida y los hábitos alimenticios, los pacientes pueden presentar diversas reacciones conductuales desadaptativas, como alteraciones en la autoestima, miedo, baja autoestima, sensibilidad interpersonal, retraimiento social y una autoevaluación negativa.
Dado que hay más niños y adolescentes entre los pacientes con diabetes tipo 1, los factores familiares, especialmente el estado psicológico de sus miembros, adquieren mayor relevancia. Por ejemplo, las emociones y conductas de los padres influyen en las de sus hijos e hijas. Las "Guías Chinas para la Diabetes Tipo 1" indican que el 24% de las madres y el 22% de los padres presentaron síntomas de trastorno de estrés postraumático en las seis semanas posteriores al diagnóstico de diabetes tipo 1 de su hijo o hija. Existe una clara relación entre el entorno familiar y el control del metabolismo de la glucosa; en particular, los pacientes que viven en familias cerradas y tienen menor comunicación con sus familiares son más propensos a presentar un mal control glucémico.
2. Ansiedad y depresión
La ansiedad y la depresión combinan síntomas físicos, cognitivos, emocionales y de otro tipo. La ansiedad es frecuente en las primeras etapas de la enfermedad. A medida que esta progresa, la incidencia de depresión aumenta, pero a menudo se pasa por alto. El diagnóstico de diabetes tipo 1 supone un gran estrés para los pacientes, y el manejo y los cuidados diarios que requiere la enfermedad ejercen una enorme presión sobre ellos y sus familias, lo que puede provocar fácilmente depresión y ansiedad. Las "Guías Chinas para la Diabetes Tipo 1" señalan que la incidencia de depresión y ansiedad en pacientes diabéticos es de dos a tres veces mayor que en personas no diabéticas. Un estudio con una muestra amplia muestra que un tercio de los pacientes con diabetes tipo 1 presentan ansiedad y otro tercio, depresión.
La depresión está relacionada con el sexo, la edad y la evolución de la diabetes. Su incidencia es mayor en mujeres que en hombres. Además, pacientes de todas las edades pueden sufrir depresión y ansiedad, pero los niños y adolescentes son el grupo de edad más afectado.
Los estudios han demostrado que la proporción de depresión entre los pacientes con diabetes tipo 1 de 8 a 16 años puede alcanzar entre el 23 % y el 28 %; a medida que la enfermedad progresa, la posibilidad de que coexista la depresión también aumenta significativamente. Un estudio de seguimiento informó que la tasa de ideación suicida al inicio del estudio era del 29,5 % y alcanzó el 46 % durante el período de seguimiento. Los pacientes con ideación suicida presentaron una adherencia significativamente menor al tratamiento con insulina. El mal control de la glucemia en pacientes con diabetes tipo 1 está significativamente relacionado con la depresión. En comparación con los pacientes sin síntomas depresivos, los pacientes con síntomas depresivos presentan niveles de hemoglobina glucosilada significativamente más altos. Se observa que las emociones negativas pueden afectar el control de la glucemia de los pacientes.
En resumen, los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 son propensos a la ansiedad y la depresión, especialmente aquellos con una enfermedad de larga evolución. Tienen mayor probabilidad de desarrollar ansiedad y depresión cuando encuentran dificultades en el autocontrol de su enfermedad.Además, la ansiedad y la depresión pueden ser tanto causa como consecuencia de un mal control de la glucemia. Por lo tanto, cuando los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 presentan un mal control de la glucemia durante un periodo prolongado, es fundamental considerar la posibilidad de que exista ansiedad y depresión como complicaciones, y evaluar sus niveles.
3. Trastornos alimentarios
Existen dos tipos de trastornos de la conducta alimentaria: la anorexia nerviosa, caracterizada clínicamente por una restricción calórica excesiva y acompañada de movimientos corporales excesivos; y la bulimia nerviosa, caracterizada por episodios de sobrealimentación y, frecuentemente, vómitos inducidos tras las comidas para lograr la pérdida de peso. Los resultados de las investigaciones muestran que la incidencia de anorexia nerviosa en pacientes con diabetes tipo 1 no es mayor que en la población general, pero si se acompaña de anorexia nerviosa, la tasa de mortalidad aumenta significativamente.
Las "Guías Chinas para la Diabetes Tipo 1" señalan que, entre niños, adolescentes y adultos con diabetes tipo 1, la incidencia de bulimia neuropática es significativamente mayor que en la población general, especialmente entre las mujeres, y que el incumplimiento del tratamiento con insulina tiene un impacto significativo. Los trastornos de la conducta alimentaria afectan considerablemente el tratamiento de la diabetes y pueden causar complicaciones agudas y crónicas en pacientes con diabetes tipo 1. Estos pacientes presentan un aumento significativo en la omisión de inyecciones de insulina o en la administración de dosis insuficientes, lo que conlleva mayores fluctuaciones de la glucemia y un mal control glucémico. Esto se manifiesta como hiperglucemia persistente e hipoglucemia recurrente, lo que puede causar síntomas relacionados con la gastroparesia y acelerar y agravar la aparición de complicaciones crónicas de la diabetes, especialmente la retinopatía.
4. Deterioro cognitivo
La diabetes tipo 1 puede causar deterioro cognitivo en los pacientes, especialmente en niños y adolescentes. Se manifiesta como un deterioro de las funciones cognitivas, como la inteligencia, la memoria y la atención. El deterioro de la función cognitiva está estrechamente relacionado con la edad de inicio de la diabetes tipo 1, las fluctuaciones de la glucemia y, sobre todo, con los antecedentes de hipoglucemia. Algunos estudios muestran que los pacientes con diabetes tipo 1 cuyo inicio se produce antes de los 5 años o que tienen antecedentes de crisis hipoglucémicas pueden desarrollar una disfunción neurocognitiva leve. El rendimiento académico de los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 que presentan un mal control del metabolismo de la glucosa se ve significativamente reducido. La hipoglucemia puede disminuir las habilidades de habla, memoria y concentración de los niños. Estudios transversales iniciales han demostrado que los niños y adolescentes con diabetes cuyo inicio se produce antes de los 7 años y cuya enfermedad dura más de 5 años presentan un coeficiente intelectual significativamente menor. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que los niños y adolescentes que presentan una edad temprana de inicio, grandes fluctuaciones en el nivel de azúcar en sangre y antecedentes de episodios hipoglucémicos, especialmente aquellos que han tenido convulsiones hipoglucémicas, tienen más probabilidades de sufrir un deterioro de la función cognitiva.
5. Trastornos del comportamiento y de la conducta
El trastorno de conducta suele manifestarse como un comportamiento desafiante y oposicionista, y es mucho más frecuente en hombres que en mujeres. En pacientes con diabetes tipo 1, el mayor impacto de los trastornos de conducta puede recaer en el cumplimiento del tratamiento de la diabetes. Las personas con trastornos de conducta presentan un bajo cumplimiento del tratamiento, lo que afecta el control de la glucemia. Una encuesta muestra que aproximadamente el 5 % de los niños y adolescentes presentan un trastorno de conducta clínico, con síntomas como distracción, provocación e infracciones disciplinarias. Además, un mayor número de niños y adolescentes hospitalizados con cetoacidosis diabética recurrente presentan trastornos de ansiedad, afectivos y de conducta disruptiva.
6.Incumplimiento
El manejo de la diabetes abarca muchos aspectos, como la administración de insulina, el control de la glucemia, la dieta y los cambios en el estilo de vida. La adherencia al tratamiento por parte de los pacientes con diabetes tipo 1 y sus familiares, especialmente los padres de niños y adolescentes, influye directamente en la eficacia del mismo y, por consiguiente, en el control de la glucemia. Entre los pacientes con diabetes tipo 1, la falta de adherencia es frecuente, sobre todo en el autocontrol de la glucemia y la dieta, aunque la falta de adherencia a la administración de insulina es relativamente infrecuente.
Las "Guías Chinas para la Diabetes Tipo 1" señalan que la adherencia al tratamiento se ve afectada por factores como la edad, la estructura y las funciones familiares, el nivel educativo y las características de la personalidad. Los resultados de la investigación muestran que la cohesión familiar, el nivel educativo de los padres y los pacientes, y la comprensión de la diabetes tipo 1 se relacionan positivamente con la adherencia al tratamiento. Las características de la personalidad de los pacientes, como la motivación, la actitud y la autoeficacia, también son factores importantes que influyen en la adherencia.
Cómo abordar los problemas psicológicos en personas con diabetes tipo 1
(1) Los problemas psicológicos de los niños con diabetes están estrechamente relacionados con el estado psicológico de sus familiares. Por lo tanto, los padres de niños con diabetes deben cambiar su mentalidad, no solo para no transmitir sus emociones a sus hijos, sino también para proyectar una imagen positiva y optimista. Es fundamental brindarles asesoramiento psicológico periódico para ayudarles a comprender que, si controlan activamente su glucemia, pueden disfrutar de una vida plena y feliz.
(2) Los pacientes con diabetes tipo 1 y sus familias deben ser conscientes de que las emociones negativas tendrán efectos adversos en el azúcar en sangre y que corregir las emociones negativas es una señal de responsabilidad hacia el propio cuerpo.
(3) No solo los pacientes diabéticos, sino también sus familiares deben informarse activamente sobre la diabetes. Es importante que los padres orienten correctamente a sus hijos sobre la psicología, el control de la glucemia y otros aspectos.
(4) El cumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes y sus familias influye directamente en el control de la glucemia. Los pacientes con diabetes tipo 1 deben cultivar una imagen personal sana y positiva, mantener una actitud optimista, comunicarse con otros pacientes con diabetes y aprender de quienes controlan activamente su glucemia para reducir el riesgo de desarrollar diabetes. Cumplimiento del tratamiento.
El contenido de este artículo se reproduce y adapta de Diabetes World.