Las enfermedades psicosomáticas, también conocidas como enfermedades psicofisiológicas, se refieren a enfermedades físicas en las que los factores psicosociales juegan un papel importante en su aparición, desarrollo y resultado, tienen una base patológica clara e implican cambios morfológicos o cambios tisulares en los órganos.
La diabetes es una enfermedad psicosomática común. En la vida diaria, los niveles de glucosa en sangre de algunos pacientes diabéticos pueden fluctuar debido a factores psicológicos. Por ejemplo, los pacientes con diabetes tipo 1, en su mayoría adolescentes, suelen tener dificultades para adaptarse a los cambios que conlleva la enfermedad. Las estrictas exigencias de la dieta y el tratamiento farmacológico representan una gran carga para ellos durante su crecimiento. La diabetes afecta sus interacciones con sus pares e impide que completen su desarrollo psicológico a esta edad.
Aunque la diabetes tipo 2 suele desarrollarse en la edad adulta, los pacientes también pueden presentar problemas psicológicos, dependiendo de diversos factores como la gravedad de la enfermedad, antecedentes médicos, experiencias vitales, apoyo social, comprensión de la enfermedad, evaluación del pronóstico, habilidades de afrontamiento y personalidad. Cuando algunas personas con diabetes no logran estabilizar su condición con medidas para controlar la diabetes y la glucemia, pueden sentirse irritables, decepcionadas, perdidas, tristes, preocupadas o deprimidas. En casos graves, pueden perder la confianza en la vida y en el futuro, y tener dificultades para afrontar los desafíos externos y adaptarse a la vida. Estas emociones negativas repercuten negativamente en el control metabólico y en la evolución de la diabetes.
Estas afecciones pueden afectar el azúcar en la sangre.
1. Acontecimientos vitales estresantes
Algunos eventos vitales estresantes, como la discordia conyugal o la enfermedad de algún familiar, pueden reducir la secreción de insulina, aumentar la glucemia e inducir o agravar la diabetes. Numerosos estudios clínicos demuestran que los eventos vitales están estrechamente relacionados con el control glucémico de los pacientes diabéticos. En algunos casos, incluso cuando la dieta y la medicación se mantienen sin cambios, la condición de algunos pacientes empeora rápidamente de un día para otro, llegando incluso a presentar síntomas graves y complicaciones.
2. Emociones negativas
Las emociones negativas se refieren a cambios negativos en nuestro estado de ánimo cuando nos enfrentamos a ciertas presiones psicológicas, manifestándose generalmente en inestabilidad emocional, irritabilidad, menor capacidad para controlar las emociones, propensión a la ira o el llanto, depresión, nerviosismo, ansiedad, hipocondría, soledad, vacío, impotencia, desesperanza, etc. Algunas emociones negativas, como la depresión, pueden dificultar el control de la glucemia y la progresión de las complicaciones de la diabetes. Un buen control de la depresión suele facilitar el control de la diabetes.
3. Trastornos mentales
Las personas con esquizofrenia presentan una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 que la población general, lo que puede estar relacionado con la obesidad inducida por antipsicóticos, los malos hábitos alimenticios y una atención médica deficiente. El uso generalizado de antipsicóticos atípicos ha incrementado esta tendencia, por lo que el control de la glucemia, el peso y los lípidos en sangre se ha vuelto indispensable durante el tratamiento de pacientes con esquizofrenia.
¿Cómo prevenir las enfermedades psicosomáticas?
1. Ejercita habilidades de afrontamiento
Es necesario mejorar la capacidad de adaptación al entorno, incluyendo la habilidad para afrontar emergencias y resistir situaciones difíciles. Aprenda técnicas para aliviar el estrés psicológico, como el autocontrol, el autocuidado y la autogestión. En la vida social, las situaciones frustrantes son inevitables, y si no se tiene suficiente resistencia, pueden afectar la salud física y mental. En cuanto al comportamiento, cultivar intereses y pasatiempos puede ayudar a mitigar la ansiedad y la depresión causadas por el estrés.Aprende a combinar el trabajo con el descanso y utiliza técnicas de relajación de forma intermitente para cuidar tu salud física y mental.
2. Busca apoyo
Encontrar relaciones de apoyo social con familiares o amigos cercanos es fundamental para la vida social. El deterioro de las relaciones interpersonales puede contribuir al desarrollo de trastornos psicosomáticos, mientras que las buenas relaciones interpersonales pueden ayudar a aliviarlos. Desde la perspectiva de la medicina psicosomática, encontrar familiares o amigos cercanos es un refugio donde uno puede encontrar paz interior, compartir un lenguaje común y comprenderse mutuamente. Aquí uno puede escapar del estrés social y psicológico, relajarse y recuperar el equilibrio emocional para afrontar las dificultades. Los amigos, los amigos cercanos y los familiares constituyen una sólida red de apoyo social personal.