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Cuando aparece la diabetes, diferentes personas necesitan escuchar de manera diferente

Por tianke  •  0 comentarios  •   5 lectura de un minuto

When diabetes strikes, different people need different listening
En los últimos años, la incidencia de la diabetes ha aumentado y se ha extendido a personas más jóvenes. Sin embargo, la actual incapacidad para curar la diabetes ha obligado a los pacientes y a sus familias a afrontar tratamientos y controles prolongados. Los problemas psicológicos que surgen durante este periodo han ido atrayendo la atención de los expertos.

El estado psicológico se ve afectado por dos factores: internos y externos. Los factores internos se refieren a las características psicológicas del paciente, mientras que los factores externos se refieren al apoyo que recibe de su entorno, su situación económica familiar, etc. La "Declaración de Posición sobre la Atención Psicológica para Pacientes con Diabetes" (en adelante, la declaración), emitida por la Asociación Americana de Diabetes, clasifica a los pacientes según su edad en adolescentes, adultos y ancianos. Propone una evaluación psicológica adecuada a cada grupo de edad, basada en sus características psicológicas. Asimismo, la declaración ofrece recomendaciones para la evaluación y el tratamiento psicológicos de los pacientes diabéticos con complicaciones de la diabetes.

pacientes adolescentes

La similitud entre niños y adolescentes radica en que su cognición, emociones, crecimiento y desarrollo se encuentran en una etapa de cambio dinámico, y pueden carecer del concepto de conductas saludables. La diferencia reside en que los niños con diabetes son altamente dependientes de sus padres y a menudo siguen sus deseos. Requieren orientación de sus padres para completar las medidas de control de la diabetes, como la inyección de insulina, el control de la glucemia, la toma de medicamentos y las restricciones dietéticas. Los adolescentes presentan características propias de esta etapa. Durante este periodo, el singular sentido de independencia de los pacientes y la búsqueda de su identidad entre sus pares pueden tener un impacto negativo en el control de la diabetes, lo que supone mayores desafíos.

La depresión es más frecuente entre los padres de niños con diabetes tipo 1, sobre todo en las primeras etapas del diagnóstico. Si los padres presentan problemas psicológicos como la depresión, la adaptación a la enfermedad y el control de la diabetes de sus hijos, especialmente los más pequeños, se verán afectados. Por lo tanto, además de brindar educación sobre la diabetes a los padres y enseñarles a administrar insulina, medir la glucemia y preparar una alimentación adecuada para sus hijos, los médicos también deben prestar atención a los problemas psicológicos de los padres.

La adolescencia es un periodo de transición entre la niñez y la adultez. Por un lado, se depende del apoyo y el cuidado de los padres y el personal médico, y por otro, se debe aprender gradualmente a autogestionar la enfermedad. La rebeldía adolescente se refleja en el deseo de tomar decisiones de forma independiente y en la búsqueda de autoestima y autoconcepto en los grupos de pares. El deseo de los pacientes de integrarse con sus pares puede llevarlos a reducir arbitrariamente o realizar en secreto las conductas de autogestión de la diabetes (como la medición de la glucosa en sangre y las inyecciones de insulina), lo que afecta el control de la enfermedad en el ámbito escolar. A medida que la condición cambia, algunos pacientes adolescentes pueden necesitar modificar su plan de tratamiento (por ejemplo, utilizando una bomba de insulina). Sin embargo, si el adolescente rechaza el plan de tratamiento prescrito por el médico, aún no está claro si este puede suspenderlo de acuerdo con los principios legales y éticos. Respecto a este tema, la declaración considera que los pacientes con diabetes que generalmente tienen más de 12 o 13 años tienen derecho a estar de acuerdo o en desacuerdo con la mayoría de los planes de tratamiento, a menos que rechazar el plan de tratamiento tenga un impacto significativo en su salud.

Sin embargo, no podemos atribuir el mal control de la glucemia únicamente a la falta de cooperación y de concienciación sobre la salud de los pacientes adolescentes. Al fin y al cabo, se trata de tres grupos: pacientes, padres y médicos.Una buena comunicación y colaboración entre los tres grupos puede ayudar a los adolescentes con diabetes a lograr un autocontrol de la glucemia más rápido y eficaz. Por lo tanto, es fundamental que los médicos y los padres detecten cuanto antes los problemas psicológicos en los adolescentes, como depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación y dificultades de aprendizaje. Cuando el tratamiento no es el adecuado o se modifica, se requiere una evaluación psicológica completa del paciente y una revisión exhaustiva del plan de tratamiento. Los pacientes que rechazan la ayuda de profesionales sanitarios, familiares y amigos necesitan una evaluación psicológica más detallada.

Si los adolescentes con diabetes desean aprender gradualmente y dominar por completo el control de su glucemia, deben comunicarse con el personal médico. Se recomienda que los pacientes tengan la oportunidad de comunicarse individualmente con el personal médico a partir de los 12 años. Durante esta comunicación, el personal médico debe respetar sus opiniones y su privacidad, y no tratarlos simplemente como niños. Además de la comunicación presencial, los adolescentes con diabetes también pueden usar sus teléfonos inteligentes para transmitir datos de glucemia a los médicos, lo que les permitirá comprender fácilmente el control de su glucosa.

adulto

Los adultos son el pilar de la familia. Se incorporan al mundo laboral, se casan, tienen hijos y asumen las importantes responsabilidades de la paternidad, etapas que se completan en esta fase. Las personas con diabetes, ya sea que busquen trabajo, se casen o se embaracen y tengan hijos, se enfrentan a diversas presiones. Por un lado, los empleadores y el entorno pueden ejercer presión psicológica sobre ellas. Por otro lado, existen riesgos físicos derivados de la diabetes. Por ejemplo, el embarazo representa una gran prueba para las mujeres con diabetes durante su edad fértil.

Para los adultos con diabetes, un fuerte apoyo de sus parejas puede contribuir a mejorar el control de la diabetes, los resultados y la calidad de vida. Los estudios muestran que el 50 % de los hombres con diabetes tipo 1 presentan disfunción eréctil. Si un paciente con diabetes desarrolla complicaciones que afectan la función sexual, esto puede repercutir en su rol familiar. Se recomienda que los médicos evalúen periódicamente el nivel de apoyo social de los pacientes (incluidos familiares, compañeros de trabajo, personal médico, etc.). Ante problemas como el embarazo y la función sexual, es fundamental que pacientes y personal médico se comuniquen y busquen soluciones conjuntas.

anciano

Los pacientes ancianos con diabetes pueden experimentar exacerbaciones de la enfermedad, disfunción cognitiva, comorbilidades, deterioro funcional, dificultades en la comunicación interpersonal, problemas económicos y depresión. Tienen mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve que los adultos mayores sin diabetes. Las guías recomiendan que los pacientes mayores de 65 años se sometan a un examen anual para detectar deterioro cognitivo leve o demencia.

Los objetivos de la intervención psicológica incluyen el apoyo al autocontrol, el autocuidado, el apoyo financiero y emocional, y la promoción de la salud psicofísica. Los hijos y cuidadores de las personas mayores deben brindarles apoyo psicosocial y elaborar juntos planes para el manejo de la diabetes.
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