Un detector de glucosa en sangre para uso doméstico, también conocido como glucómetro, es fácil de transportar, sencillo de usar y permite medir los niveles de glucosa en sangre con mayor precisión. Dado que la mayoría de los usuarios son pacientes de edad avanzada o personal sanitario no especializado en atención primaria, carecen de una guía profesional y estandarizada, por lo que los resultados de las pruebas suelen presentar cierta discrepancia con el nivel real de glucosa en sangre, lo que retrasa el diagnóstico de la enfermedad. Es importante compartir algunas precauciones sobre el uso de glucómetros con pacientes con diabetes y médicos de atención primaria.
1. Al usarlo en casa, evite colocar el medidor de glucosa en sangre en ambientes con alta temperatura y humedad, como la cocina o el baño. Tampoco lo guarde, especialmente las tiras reactivas, en el refrigerador o congelador. En invierno, ábralo antes de usarlo. Ajuste la temperatura ambiente a entre 15 y 25 °C con aire acondicionado y precaliéntelo con anticipación.
2. Cada vez que se reemplaza la batería, los parámetros se restablecen o el medidor de glucosa en sangre puede dañarse; la pieza de prueba debe volver a insertarse para probar el rendimiento del medidor de glucosa en sangre.
3. Antes de usar el nuevo lote de tiras reactivas, debe insertar la tarjeta de contraseña y volver a introducir la contraseña de calibración. Solo se podrá detectar la coincidencia entre el código de la tarjeta de contraseña, el número de contraseña que aparece en la pantalla del medidor de glucosa y el código de contraseña impreso en el frasco de las tiras reactivas. Si hay alguna diferencia, los resultados de la medición serán incorrectos o el dispositivo no funcionará.
4. No se pueden utilizar las tiras reactivas caducadas, con electrodos dañados o zonas de reacción contaminadas. Tampoco se pueden utilizar si han transcurrido más de 3 meses desde su apertura. Está terminantemente prohibido mezclar tiras reactivas de distintos fabricantes o lotes del mismo fabricante, ya que esto podría provocar resultados erróneos o impedir el funcionamiento del equipo.
5. El capuchón de la pluma de extracción de sangre es la parte más susceptible a la contaminación. Para su desinfección, se suele sumergir en diluyente al 84 % o en una solución desinfectante de 1 parte de lejía y 10 partes de agua durante 30 minutos. No sumerja toda la pluma. Límpiela y desinféctela completamente con alcohol al 75 %. Si es posible, utilícela exclusivamente para su propio uso.
6. Precauciones durante la extracción de sangre: Utilice alcohol al 75 % para desinfectar la zona de extracción. Se prohíbe la desinfección con yodóforos. La profundidad de la extracción se puede ajustar mediante los niveles 1-5 de la pluma de extracción. Presione suavemente para extraer la sangre; está estrictamente prohibido apretar con fuerza. Debe extraerse suficiente sangre para llenar la zona de reacción. Una presión excesiva y una extracción insuficiente pueden dar lugar a resultados erróneos.
Al usar un glucómetro para el control diario de la glucemia, si los resultados no concuerdan con los síntomas del paciente o difieren significativamente del valor esperado, se deben considerar factores como la vida diaria, la dieta y la medicación. Tras descartar estas causas, se debe revisar, recalibrar y volver a probar el glucómetro. Es fundamental contactar de inmediato con un médico especialista y el proveedor del equipo para resolver el problema. Si es posible, se recomienda acudir al hospital para realizar la medición de glucosa. Nunca modifique el tratamiento ni la dosis por su cuenta.