Muchas personas con diabetes desean controlar idealmente sus niveles de azúcar en sangre, presión arterial y lípidos en sangre de la noche a la mañana. Sin embargo, no conviene apresurarse a controlar la diabetes. Es necesario tomarse el tiempo necesario y proceder con calma, ¡ya que las prisas no son buenas consejeras!
1. Las personas con diabetes deben eliminar los malos hábitos:
Elabora un plan, como por ejemplo, acostarte 40 minutos después de comer o irte a la cama a las 10. p.m..., salir a cenar no más de dos veces por semana, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol, etc., y mantener estos hábitos a lo largo del tiempo. Después de tres meses, habrá desarrollado buenos hábitos que le ayudarán a controlar su salud. Una vez que se haya formado un buen hábito para controlar el azúcar en sangre, ¡el control de la glucemia será mucho más efectivo con la mitad del esfuerzo!
2. Las personas con diabetes deben desarrollar buenos hábitos de control de la glucemia:
Tras tantos años padeciendo diabetes, nunca he comprado un glucómetro ni me he medido el azúcar en sangre con regularidad. Solo voy al hospital a controlarme el azúcar cuando me siento bien, y solo me mido la glucemia en ayunas, no la posprandial. Algunas personas no saben cuándo su nivel de azúcar en sangre no está bien. Por ejemplo, si nota que su glucemia en ayunas o después de comer es alta, debe medirla en cinco momentos diferentes. Debe adquirir el hábito de medirse el azúcar en sangre en cinco momentos diferentes. Esto le ayudará. Descubra dónde se origina el problema de la hiperglucemia:
7,2 antes de comer, 7,8 después de comer, 8,9 después de cenar, 4,3 antes de acostarse, 5,5. Este es el valor normal de glucosa en sangre a las cinco de la tarde. Debe usar este valor para determinar dónde radica su problema.
3. Las personas con diabetes deben tener hábitos de tratamiento regulares:
Algunos pacientes diabéticos suelen tener ideas equivocadas tras el diagnóstico. Creen en remedios caseros o toman medicamentos sin precaución para sentirse mejor. No han desarrollado el hábito de un tratamiento regular ni de la medicación científica. Se miden la glucosa en sangre con frecuencia. Un vistazo y ¡oh!, mi glucosa está alta. Me tomo un medicamento. Al poco tiempo, veo que mi glucosa baja y dejo de tomarlo. No siguen las indicaciones del médico, sino que toman lo que les apetece según su estado de ánimo y dejan de tomarlo cuando quieren. Muchos no siguen las indicaciones médicas y se dejan llevar por la fantasía de que existe algún fármaco milagroso. Creen que existe un medicamento milagroso que no requiere dieta, ejercicio, restauración de la función pancreática ni medicación científica. Con él, la diabetes se cura al instante. ¡Este hábito es totalmente erróneo y debe cambiar!
4. Las personas con diabetes deben desarrollar hábitos de autocontrol:
De hecho, lo más importante en la diabetes es el autocontrol. ¿Qué controlar? Controlar la dieta, el ejercicio, la medicación y, al mismo tiempo, encontrar maneras de regenerar los islotes pancreáticos; estos son solo cuatro aspectos. ¿Cómo controlarlo bien? Es necesario aprender a monitorizar la glucemia. Por lo tanto, si se realizan correctamente estas cinco acciones (control de la dieta, ejercicio, monitorización de la glucemia, regeneración de los islotes pancreáticos y uso racional de la medicación), la glucemia se mantendrá bajo control.
No necesitas depender desesperadamente de ningún medicamento. Solo necesitas usarlos de forma racional, científica y en pequeñas cantidades para controlar muy bien tu nivel de azúcar en sangre.
5. Las personas con diabetes deben desarrollar el hábito de un tratamiento integral:
En el tratamiento de la diabetes, es fundamental controlar bien la glucemia y, para prevenir complicaciones, es necesario adquirir el hábito de evaluar la situación general. Generalmente, los pacientes con diabetes presentan hiperglucemia, hipertensión arterial e hiperlipidemia al momento del diagnóstico. Hace mucho tiempo que me diagnosticaron diabetes.Si sigo centrándome únicamente en la glucemia y no presto atención a la presión arterial ni a los lípidos en sangre, será muy problemático, ya que la glucemia, la presión arterial y los lípidos en sangre interactúan entre sí. Si solo controlo la glucemia, descuidaré los otros dos parámetros. La glucemia también se verá afectada, fluctuando y dificultando su reducción. Con el tiempo, pueden surgir complicaciones agudas y crónicas, por lo que es necesario controlar los tres indicadores simultáneamente.
6. Para tratar la diabetes, cambie el hábito de simplemente acudir al médico:
La diabetes y sus complicaciones son enfermedades multidisciplinarias. Esto incluye cómo ayudar a los pacientes a aprender el autocontrol y mejorar su capacidad para cuidarse la diabetes, cómo enseñarles a automonitorear la glucosa en sangre, la presión arterial y la autoexploración de los pies, así como a administrarse insulina, manejar la hiperglucemia, la hipoglucemia y otras emergencias, entre otros aspectos. Por lo tanto, para tratar la diabetes, no basta con consultar a un médico; se necesita la asistencia de enfermeros, nutricionistas, terapeutas deportivos, psicólogos, etc., para brindar una atención integral en equipo. Es decir, además del diagnóstico y tratamiento médico, la atención de la diabetes requiere la colaboración de otros equipos de atención médica, como educación para la salud, exámenes, detección y tratamiento de complicaciones, etc., y solo puede llevarse a cabo mediante un equipo multidisciplinario de atención integral para la diabetes, conformado por médicos, farmacéuticos, nutricionistas, terapeutas del ejercicio y enfermeros.
En primer lugar, la diabetes es una enfermedad crónica, y muchas de sus causas están relacionadas con los hábitos de vida. Cambiar estos hábitos no se logra de la noche a la mañana. Las personas con diabetes pueden informarse mejor sobre la enfermedad, desarrollar buenos hábitos de vida y controlar adecuadamente su nivel de azúcar en sangre para lograr un control óptimo de la diabetes.