La hemoglobina glucosilada, comúnmente conocida como HbA1c, es una forma de hemoglobina (la proteína de los glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno) que con el tiempo se une químicamente a la glucosa. Este proceso ocurre de forma gradual y acumulativa a medida que los niveles de azúcar en sangre fluctúan durante varias semanas o meses. El porcentaje de HbA1c refleja la concentración promedio de glucosa en sangre durante ese período, lo que generalmente proporciona información sobre el control glucémico de los 2 a 3 meses anteriores.
Sin embargo, la medición de HbA1c por sí sola no puede sustituir el control diario de la glucosa en sangre por varias razones:
Comentarios retrasados: la hemoglobina glucosilada no proporciona información en tiempo real sobre los niveles de azúcar en sangre. Su valor representa un promedio, lo que significa que no se capturan las fluctuaciones agudas, ya sean picos de hiperglucemia después de las comidas o episodios de hipoglucemia. Esto es particularmente crítico para personas propensas a cambios severos en el nivel de azúcar en sangre o aquellos que experimentan hipoglucemia silenciosa.
Limitaciones de la evaluación de riesgos: si bien es útil para medir el control general del azúcar en sangre, la HbA1c no ofrece información sobre los riesgos potenciales asociados. con máximos posprandiales o mínimos impredecibles. Ambas afecciones plantean amenazas para la salud: la hiperglucemia posprandial contribuye a complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, y la hipoglucemia presenta riesgos inmediatos, como desmayos, convulsiones o accidentes.
Variabilidad del azúcar en sangre: variabilidad del azúcar en sangre, caracterizada por frecuentes altibajos a lo largo del día, es otro aspecto que la HbA1c no revela. Esta variabilidad se asocia de forma independiente con resultados negativos para la salud, y solo el autocontrol regular de la glucosa en sangre (SMBG) puede identificar estos patrones.
Factores externos: otros factores no relacionados con el control del azúcar en sangre pueden afectar los niveles de HbA1c. Las condiciones que alteran las tasas de recambio de glóbulos rojos, como cirugías como la esplenectomía (que prolonga la vida de los glóbulos rojos) o afecciones médicas como la anemia hemolítica (que la acorta), pueden provocar lecturas inexactas. En tales casos, la AMG adquiere una importancia aún mayor para el control preciso de la diabetes.
Por lo tanto, la hemoglobina glucosilada y el autocontrol de la glucosa en sangre trabajan juntos de manera complementaria para proporcionar una imagen completa del control del azúcar en sangre. La HbA1c ofrece una visión general del control a largo plazo, mientras que la SMBG ofrece información detallada, momento a momento, necesaria para ajustar los regímenes de tratamiento, reconocer y responder a las variaciones del azúcar en sangre y garantizar un control de la diabetes más seguro y eficaz. La AMG regular permite intervenciones y ajustes oportunos en la dieta, el ejercicio, los medicamentos o las dosis de insulina, todo lo cual contribuye a mejorar el control glucémico y la salud general.