El control de la glucosa en sangre es una parte importante del control de la diabetes. Ya sea que se trate de un control de la dieta o de un tratamiento farmacológico, es necesario controlar la glucosa en sangre con frecuencia y regularidad. El énfasis actual en el tratamiento individualizado significa que no existe un plan de tratamiento uniforme y consistente para las personas con diabetes. Si el control dietético no es el ideal, o la dosis de los fármacos utilizados es insuficiente o el tipo de fármaco no es el adecuado, no se controlará la hiperglucemia; por el contrario, se producirá una hipoglucemia excesiva. Por lo tanto, cada paciente diabético debe estar equipado con un medidor de glucosa en sangre en casa y debe realizar controles regulares de glucosa en sangre de acuerdo con su situación específica.
Las pequeñas medidas significan grandes cosas
1 Proporcionar datos potentes A través del control de la glucosa en sangre, brinde a los médicos un sólido respaldo de datos, lo que les permitirá ajustar su plan de tratamiento de manera oportuna, de modo que la diabetes pueda controlarse de manera ideal y se pueda reducir la aparición de complicaciones diabéticas.
2. Comprender los cambios de azúcar en sangre. A través del control del azúcar en sangre, puede comprender sus propios cambios de azúcar en sangre y analizar los motivos, lo que le ayudará a tratar el patrón de cambios de azúcar en sangre de manera objetiva. No aumentará la carga mental debido a las fluctuaciones del azúcar en la sangre y no se dará por vencido porque no esté satisfecho con el tratamiento.
3. Detección oportuna de hipoglucemia. La detección oportuna de hipoglucemia mediante el control de la glucosa en sangre proporciona una base para ajustar los planes de dieta y medicación, reduce el riesgo de hipoglucemia y ayuda a los pacientes a alcanzar los estándares de azúcar en sangre de forma segura y estable. Frecuencia del control de la glucosa en sangre La frecuencia del control de la glucosa en sangre depende de muchos factores, incluido el tipo de tratamiento (uso de un régimen de tratamiento con insulina, fármacos antidiabéticos orales o intervención en el estilo de vida), el grado de control de la glucosa en sangre, si el plan de tratamiento necesita ajustarse durante el período, y si existen otras emergencias y circunstancias especiales. Por tanto, la frecuencia del control del azúcar en sangre es diferente para cada paciente diabético. Deben trabajar con su médico para formular objetivos de control del azúcar en sangre y la frecuencia de seguimiento según sus condiciones específicas.
Xiaonuo le recuerda:
1 Paciente diabético recién diagnosticado
2Aquellos que usar insulina
3 Diabetes gestacional o diabetes combinada con el embarazo
4. Personas con control insatisfactorio del azúcar en sangre
5. Personas con hipoglucemia frecuente
6. Quienes cambian de medicamento o ajustan dosis
7. La siguiente fórmula para tener en cuenta sus objetivos de control de azúcar en sangre cuando se sienta mal: 2 4 6 8 Para pacientes menores de 60 años, los objetivos de control de azúcar en sangre deben ser “2, 4, 6, 8”. 2,4 significa dos 4 (4,4), lo que significa que el azúcar en sangre en ayunas debe controlarse entre 4,4 y 6,0 mmol/L, y el azúcar en sangre posprandial debe controlarse entre 4,4 y 8,0 mmol/L. Para los pacientes mayores de 60 años y con enfermedades cardiovasculares, se requiere que el azúcar en sangre en ayunas sea <7,0 mmol/L y el azúcar en sangre posprandial sea <10,0 mmol/L. Es importante reducir el nivel de azúcar en sangre de manera constante y no demasiado brusca. 4 4 5 6 7 8 Para los pacientes jóvenes, como los menores de 40 o 50 años, los objetivos de control del azúcar en sangre pueden ser más estrictos. Son "4, 4, 5, 6, 7, 8", lo que significa que el azúcar en sangre en ayunas debe controlarse en 4,4 ~ 5,6 mmol/L, y el azúcar en sangre posprandial debe controlarse en 4,4 ~ 7,8 mmol/L. Este es un estado muy perfecto.
No se desespere si su nivel de azúcar en la sangre no está donde debería estar. Incluso si el tratamiento de la diabetes no cumple con los estándares ideales, no debe considerarse un fracaso del tratamiento. Cualquier mejora en los indicadores de control será beneficiosa para los pacientes y reducirá el riesgo de complicaciones causadas por factores de riesgo relacionados.