Algunas personas con diabetes comentaron: «Parece que no importa tener diabetes. No duele ni pica, pero el azúcar en sangre está un poco alta». Otras personas con diabetes también dijeron: «Me mido el azúcar en sangre una vez por semana y siento que está bastante bien controlada». ¿Qué opinas de estas afirmaciones?
De hecho, nuestro cuerpo es el más honesto, y muchas afecciones pueden reflejar qué tan bien se controla nuestro nivel de azúcar en la sangre. Si no sabe si su nivel de azúcar en la sangre está bien controlado o le preocupa ser propenso a complicaciones, primero verifique si puede hacerlo. ¿Cuáles serán los siguientes resultados?
1. Visión borrosa
Siempre siento como si tuviera una capa de niebla delante de los ojos y no pudiera ver con claridad. Oí que alguien me saludaba a lo lejos, pero no pude ver quién era. Fue muy vergonzoso. Sentía que tenía la vista muy borrosa.
Este es un problema común para las personas con diabetes que tienen problemas de visión.
Por supuesto, la falta de sueño o el sobreesfuerzo visual pueden provocar visión borrosa, pero además de estos factores, existe la posibilidad de que la visión borrosa empeore progresivamente, causada por la retinopatía diabética. Cuanto más tiempo esté avanzada la enfermedad, mayor será la gravedad del cuadro y, por lo tanto, mayor la probabilidad de que se agrave.
Por lo tanto, tanto si se encuentra en esta situación como si no, se recomienda que las personas con diabetes acudan al departamento de oftalmología del hospital para una revisión del fondo de ojo cada seis meses.
2. Mucha espuma en la orina
Si un paciente diabético presenta orina espumosa en exceso, generalmente se debe a proteinuria y puede indicar daño en la función renal.
La proteinuria es un signo clínico de nefropatía diabética, y la glomeruloesclerosis en pacientes diabéticos suele ir acompañada de proteinuria. Por lo tanto, los pacientes diabéticos deben controlar regularmente la proteinuria.
3. Edema
Otra manifestación muy importante de la nefropatía diabética es el edema. ¿Qué es el edema? Algunas personas creen que estoy gordo/a debido al edema, pero no es así.
¿Cómo saber si tienes edema? Presiona tus piernas con los dedos. Si al retirarlos la carne se hunde en lugar de recuperar su forma, entonces tienes edema.
4. “Siento como si mi cuerpo hubiera sido vaciado”
Algunas personas con diabetes afirman que llevan uno o dos años sufriendo de hiperglucemia. Aunque no presentan problemas físicos evidentes, se sienten inexplicablemente débiles y cansadas, y son incapaces de realizar sus actividades cotidianas.
Las personas con diabetes tipo 2 suelen experimentar esta situación, que repercute notablemente en su calidad de vida. Tras controlar su glucemia, descubren que la fatiga que siempre las había acompañado desaparece y su estado mental mejora considerablemente.
Los casos más graves se acompañan de náuseas y vómitos, que pueden deberse a cetoacidosis causada por la obstrucción de la circulación de la glucosa en el organismo y un mal control de la glucemia. Los pacientes jóvenes con diabetes tipo 1, especialmente aquellos con un mal control glucémico de larga duración, deben prestar especial atención.
5. Sensación de que hay hormigas caminando sobre ti.
Este entumecimiento progresa lentamente desde las extremidades distales. A veces se siente como si hormigas caminaran, agujas pincharan o algo quemara. Esto puede indicar la aparición de una complicación: la neuropatía periférica diabética.
Es frecuente en pacientes con diabetes de larga evolución y mal control de la glucemia, lo que provoca entumecimiento en manos y pies. Los síntomas progresan gradualmente de leves a graves.
En la etapa avanzada, puede haber una pérdida total de la sensibilidad al dolor, la temperatura y el tacto. En este momento, las extremidades se lesionan fácilmente debido a la falta de protección nerviosa. Muchos pies diabéticos también sufren quemaduras por escaldadura debido a la alteración sensorial y no son conscientes de ello hasta que se lesionan.Solo lo descubrí cuando la cosa se puso seria.
Una vez dañado el nervio, el daño es casi irreversible y requiere atención temprana.
6. Manos y pies fríos
Manos y pies fríos, acompañados de dolor en las extremidades inferiores y claudicación intermitente (es decir, no hay molestias evidentes al no caminar, pero al caminar, las extremidades inferiores afectadas duelen y resultan incómodas, por lo que es necesario detenerse a descansar. Tras un periodo de reposo, estas molestias desaparecen y se puede continuar caminando). Es muy probable que padezca arteriosclerosis obliterante en las extremidades inferiores.
La diabetes puede causar o acelerar fácilmente la arteriosclerosis, lo que da como resultado una enfermedad vascular combinada que provoca estrechamiento u obstrucción arterial.
Generalmente, los pacientes diabéticos con estenosis leve pueden no sentir nada, pero los casos graves pueden causar gangrena del pie diabético e incluso amputación.
7. Cambios en la presión arterial
Los tres niveles de presión arterial son indistinguibles. La mayoría de las personas con diabetes descubrirán que su presión arterial es alta cuando se someten a un examen físico. La hipertensión arterial suele ser una enfermedad concomitante en personas con diabetes. La hipertensión combinada con la diabetes acelera el desarrollo de daño en el corazón, el cerebro, los riñones y el fondo de ojo, así como en órganos como los grandes vasos sanguíneos.
Por lo tanto, además de prestar atención al control del azúcar en sangre en la vida diaria, también necesitamos controlar la presión arterial.
Clínicamente, algunas personas con diabetes e hipertensión experimentan hipotensión ortostática, que se manifiesta con mareos, palpitaciones y oscurecimiento de los ojos. Esto requiere atención. Preste atención al pasar de estar acostado a sentado, o de estar en cuclillas a sentado. Al cambiar de posición estando de pie, no se mueva bruscamente para evitar desmayarse.
Muchas veces, aunque no podemos cambiar el hecho de tener diabetes, sí podemos controlar bien sus complicaciones, lo que no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también reduce la carga para nuestras familias. En efecto, tenemos diabetes.
Nuestro objetivo no es solo controlar el azúcar en sangre, sino, aún más importante, evitar complicaciones y vivir una vida más sana y larga. Esta es la intención original de todo paciente con diabetes.