La hormona del crecimiento humana (HGH) es muy potente y puede retrasar el envejecimiento, aumentar la masa muscular magra, reducir el tejido adiposo, incrementar la densidad ósea, acelerar el metabolismo de grasas y azúcares, y contribuir a aumentar los niveles de testosterona. Secretada por la glándula pituitaria, la HGH es una hormona sintética responsable de estimular el crecimiento durante la infancia y la adolescencia, lo que nos proporciona una complexión delgada, alta y musculosa.
La hormona del crecimiento (HGH) también es responsable de la síntesis de colágeno y tejido muscular, lo cual explica en gran medida sus efectos antienvejecimiento, especialmente en lo que respecta a la elasticidad de la piel. A partir de los 20 años, la producción natural de HGH comienza a disminuir, lo que provoca una pérdida gradual de masa muscular y un aumento del tejido adiposo. Después de los 30, la disminución de HGH continúa siendo de aproximadamente un 10 % a un 15 % anual, lo que conlleva flacidez en la piel, disminución de la energía y la resistencia, y la aparición de síntomas de envejecimiento como la caída del cabello y las canas.
La hormona del crecimiento humana (HGH) desempeña un papel importante en la regeneración celular, el crecimiento y el mantenimiento de tejidos humanos sanos, incluyendo el cerebro y diversos órganos vitales. Tiene un efecto promotor del crecimiento en todas las células del cuerpo. La HGH se puede inyectar en dosis altas para favorecer la pérdida de peso y el aumento de la masa muscular, mientras que en dosis menores se puede utilizar para la recuperación general del organismo, la salud y el antienvejecimiento. Además, la HGH es un potenciador natural de la testosterona.
La hormona del crecimiento (HGH) no se libera de forma continua, sino a pulsos. Algunos de estos pulsos importantes ocurren durante el sueño profundo. Las investigaciones demuestran que dormir poco reduce la producción de HGH en el cuerpo, y que un sueño profundo adecuado es la mejor manera de aumentar la producción de HGH a largo plazo. Para optimizar los niveles de HGH, necesitamos entrar en la tercera fase del sueño, también conocida como fase de ondas lentas, que es el sueño profundo. Este sueño suele verse interrumpido por el entorno, el estrés, la dieta u otros muchos factores. Por lo tanto, para obtener la liberación de hormona del crecimiento que deseamos, debemos encontrar la manera de alcanzar el sueño profundo.
El ayuno intermitente es una de las mejores maneras de estimular la producción de la hormona del crecimiento (HGH), pudiendo aumentar sus niveles hasta en un 500%. La forma más popular de ayuno intermitente consiste en saltarse la cena y desayunar al día siguiente. Esto significa que pasarán más de 16 horas hasta el desayuno del día siguiente. Los estudios demuestran que el ayuno intermitente ocasional no afecta al metabolismo. Se puede beber agua durante el periodo de ayuno, pero no se deben consumir otras calorías, incluyendo leche o zumo.
Si dejas de practicar el ayuno intermitente, tendrás que limitar tu consumo de grandes cantidades de carbohidratos por la noche. Los carbohidratos estimulan la insulina y bloquean la liberación de la hormona del crecimiento (HGH) durante la noche.
Al igual que el sueño profundo, se ha demostrado que el entrenamiento de alta intensidad estimula de forma natural la hormona del crecimiento (HGH). Gracias a sus propiedades metabólicas y al aumento del ácido láctico, el ejercicio de alta intensidad puede incrementar considerablemente la producción de HGH. Puedes realizar sprints repetitivos, entrenamiento de intervalos de alta intensidad, saltos al cajón, salto a la cuerda, entrenamiento con pesas o entrenamiento en circuito para aumentar tus niveles de HGH y maximizar la quema de grasa.
Diversos estudios han encontrado una fuerte correlación entre la disminución de la concentración de vitamina C y la menor secreción de la hormona del crecimiento (HGH), la obesidad, el aumento del índice cintura-cadera y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Por ello, consumir alimentos ricos en vitamina C ayuda a incrementar la producción de HGH en el organismo. Asimismo, reír con mayor frecuencia también aumenta los niveles de HGH.