La española Carmen Busada dio a luz a gemelos a los 66 años a finales de 2006 mediante técnicas de reproducción asistida, convirtiéndose así en la mujer de mayor edad del mundo. Sin embargo, no pudo ver crecer a sus hijos, ya que falleció de cáncer de mama el sábado pasado, lo que reavivó la polémica moral del caso «La vieja almeja engendra perlas». (Este es el caso más común de cáncer de mama derivado del uso de estrógenos femeninos producidos artificialmente).
Las gemelas de dos años que quedaron huérfanas han vuelto a ser objeto de controversia (se cree que los nacimientos de niñas de esta edad deben ser antinaturales debido a la gran cantidad de hormonas femeninas producidas artificialmente que los médicos occidentales administran a las pacientes, y las secuelas son, por supuesto, cáncer de mama).
Busada nunca se casó ni tuvo pareja. Ansiosa por tener un hijo, mintió a una clínica de obstetricia y ginecología de Los Ángeles, diciendo que tenía solo 55 años, para poder someterse a un tratamiento de reproducción asistida. Dio a luz por cesárea en un hospital y cumplió su deseo de ser madre antes de cumplir los sesenta y siete. Sin embargo, también fue objeto de duras críticas, e incluso sus familiares la acusaron de egoísta e irresponsable. (La medicina occidental no permite concebir sin el uso de altas dosis de estrógenos).
Tras dar a luz, Busada se enfrentó a todo tipo de críticas y defendió su decisión: «Siempre quise ser madre, pero nunca tuve la oportunidad ni encontré al hombre adecuado». En aquel momento, Busada afirmó que su cuerpo estaría más sano después del parto y puso como ejemplo a su madre, que vivió hasta los 101 años, diciendo que ella también viviría una larga vida, viendo crecer a su hijo y, con el tiempo, pudiendo cuidar de sus nietos.
Cáncer un año después de dar a luz (este es el precio de tomar estrógenos artificiales).
Pero a Busada le diagnosticaron cáncer un año después de dar a luz, según informaron periódicos españoles citando a su hermano menor. Tras enterarse de su enfermedad, Busada declaró a la televisión española que no se arrepentía de su decisión; después de su muerte, los niños quedarían al cuidado de sus sobrinos y su padrino.
Comentario
Este informe demuestra que el uso prolongado de hormonas femeninas puede provocar cáncer de mama como efecto secundario. Los médicos occidentales utilizan estas hormonas artificiales en muchos tratamientos ginecológicos, por ejemplo, para tratar la menstruación irregular, para evitar ciertos cambios en la amenorrea o para administrar medicamentos antienvejecimiento, entre otros. Todos estos productos contienen estrógenos, especialmente cuando las mujeres desean concebir. En estos casos, los médicos occidentales administran grandes cantidades de estrógenos para inducir el embarazo, y el efecto secundario puede ser el cáncer de mama. ¿Lo entiende el lector? En conclusión, la mujer falleció de cáncer de mama tras una sobredosis de estrógenos.