Las mujeres con senos firmes no deberían confiarse demasiado. Según estudios internacionales, una mayor densidad mamaria implica un mayor riesgo de cáncer. El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres. Investigadores locales están desarrollando una fórmula para calcular el riesgo de cáncer de mama. Se estima que en dos años, las mujeres con antecedentes familiares podrán predecir, mediante fórmulas matemáticas, cuándo padecerán cáncer de mama, cuándo sufrirán una recaída y cuándo fallecerán.
La incidencia de cáncer de mama en mujeres en Taiwán aumenta a un ritmo anual del 8%, y el cáncer de mama en estadio temprano representa solo el 36%, mientras que la tasa de mortalidad se mantiene alta en 11 por cada 100.000 mujeres. Sin embargo, en los países europeos y americanos, el cáncer de mama en estadio temprano representa el 60%, y la tasa de mortalidad disminuye año tras año. La Asociación Médica de Mama de Taiwán celebró hoy una reunión con el objetivo de identificar activamente a los grupos de alto riesgo de padecer cáncer de mama.
Los médicos recomiendan a las mujeres con senos firmes que presten especial atención. Los senos están compuestos por glándulas, grasa y tejido conectivo. Cuanto más firmes son los senos, mayor es su densidad. Chen Xiuxi, directora del Instituto de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Taiwán, afirmó que, en comparación con mujeres de la misma edad, las mujeres con senos más densos tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Chen Xiuxi afirmó que, teniendo en cuenta el historial de nacimiento, la mamografía y el árbol genealógico, se ha descubierto una fórmula matemática para mujeres con cáncer de mama. Tras calcular el riesgo, se puede determinar si la mujer pertenece a un grupo de alto riesgo de padecer esta enfermedad.
Según esta fórmula, si la madre, la tía, la tía y otras familiares padecen cáncer de mama, la mujer tiene una alta predisposición genética familiar. Chen Xiuxi afirmó que, mediante asesoramiento genético, es posible predecir cuándo la mujer desarrollará cáncer de mama, si habrá recurrencia, metástasis e incluso estimar cuándo podría fallecer a causa de esta enfermedad.
Comentario
En Estados Unidos hay un proverbio que dice: «Ignorar es bendecir», cuya traducción literal sería: «Más vale ignorar que saber». No se debería usar este tipo de método de predicción. Primero: es impreciso; las personas lo descubrirán más adelante. La razón principal es que desconocen cómo se desarrolla el cáncer de mama. Por eso, es mejor que me consulten para que les prediga su destino, tal vez con mayor precisión. Segundo: incluso si la predicción fuera precisa, ¿acaso les alegra saber cuándo van a morir de cáncer de mama? Seguramente estarían aterrorizadas, y ese miedo provocaría la retención de leche, lo que podría contribuir al desarrollo del cáncer. Y cuando llegue el día de su muerte, ¿les dirán que sí, que podían predecir su muerte? Les pregunto a todas las mujeres del mundo: ¿es esto lo que desean? Hay demasiadas cosas bellas y placenteras en la vida esperando que las aprecies y disfrutes, pero debido a esta fórmula tan aburrida, proyecta una sombra sobre tu corazón, y entonces empiezas a quejarte, a sentirte infeliz, a desanimarte, a irritarte. Así, tu vida, que en un principio era hermosa, se ve destruida por esta fórmula absurda. ¿De verdad vale la pena? Todos somos humanos, no dioses eternos, lo que significa que todos vamos a morir, pero deberíamos elegir vivir felices y dejar de dejarnos engañar por estos estudios tan estúpidos.
La conclusión es que la medicina occidental nunca ha resuelto realmente el problema de la humanidad, sino que ha generado pánico. Si el cáncer de mama se hubiera tratado desde sus inicios con medicina tradicional china, nadie moriría por esta enfermedad. La gente no debería tener miedo. Esta enfermedad, que originalmente no era mortal, fue curada por la medicina occidental. Taiwán ahora sufre las consecuencias de promover la medicina occidental, convirtiendo el cáncer de mama en la segunda causa de muerte en mujeres. De hecho, las pacientes se curan gracias a la medicina occidental, no mueren a causa del cáncer de mama.