El autor Zhang Jinjian es profesor de cirugía en la Universidad Nacional de Taiwán y presidente de la Fundación para la Prevención del Cáncer de Mama. Tras la cirugía de cáncer de mama, las pacientes suelen preguntar a los médicos: "¿Estoy recibiendo el tratamiento más completo para mi cáncer de mama?" "¿Volverá a aparecer el cáncer de mama?" De hecho, la recurrencia del cáncer de mama es la principal preocupación para todas las pacientes y sus familias, y también el problema primordial que los médicos deben comprender a fondo, afrontar y ayudar a resolver.
La recidiva del cáncer de mama comprende la recidiva local y la metástasis a distancia. Actualmente, la cirugía de cáncer de mama se divide en dos enfoques principales: la cirugía conservadora de la mama y la mastectomía radical modificada. Por consiguiente, las manifestaciones de la recidiva local difieren. En el caso de la cirugía conservadora, la recidiva local suele presentarse en la mama restante del mismo lado, con nódulos o afectación de los ganglios linfáticos circundantes. En cambio, tras la mastectomía radical, se observan nódulos en la pared torácica o afectación de los ganglios linfáticos periféricos.
Es fácil pasar por alto una recaída temprana. Independientemente de si se trata de una masa recurrente en la pared torácica o en el mismo lado de la mama, tanto pacientes como médicos suelen ser negligentes y desconocer su existencia. Al principio, pueden aparecer una o varias masas en el pecho o en el mismo lado de la mama, pero su tamaño es muy pequeño y no causan molestias ni dolor. Posteriormente, aumentan de tamaño gradualmente e incluso pueden provocar deformación, ulceración y, en ocasiones, la aparición de manchas o pápulas difusas en la piel de la pared torácica. En el peor de los casos, se produce un enrojecimiento generalizado, similar a una inflamación.
En cuanto a los ganglios linfáticos locales o periféricos, según su ubicación, se dividen en tres regiones principales: axilar, interpectoral y supraclavicular. Dependiendo de su ubicación, las manifestaciones clínicas varían ligeramente. En la mayoría de los casos, se puede palpar un bulto, que puede moverse o fijarse. Un bulto recurrente en la axila, si es lo suficientemente grande, puede causar dolor, limitación de la movilidad del brazo e incluso linfedema.
La recidiva local varía según el estadio. En el estadio inicial, dado que la detección precoz del cáncer de mama no era generalizada, el cáncer se diagnosticaba tardíamente y la tasa de recidiva local tras la cirugía alcanzaba el 32 %. Después de 1960, esta tasa disminuyó hasta situarse entre el 10 % y el 25 %, y la mitad de las recidivas son únicas; sin embargo, entre el 10 % y el 20 % de las pacientes con metástasis a distancia presentan recidiva local.
El tiempo de recidiva local varía según el estadio del cáncer de mama. La mayoría de las recidivas en estadio III se producen en los dos primeros años, en estadio II en los cuatro primeros y en estadio I en los seis primeros. La recidiva suele ocurrir dentro de los tres primeros años tras el tratamiento. Si se trata de una lesión única y se produce después de dos años, el pronóstico es mejor; si son lesiones múltiples y se producen dentro de los dos primeros años, el pronóstico es desfavorable y la tasa de supervivencia a cinco años disminuye al 20 %.
El principio del tratamiento de la recidiva local consiste en priorizar el tratamiento activo. Si se trata de una lesión única, se realiza una resección local extensa; si se reserva la primera intervención, también se puede considerar la resección completa de la mama restante. Radioterapia. Dado que la recidiva local suele ser un síntoma prodrómico de metástasis a distancia, la quimioterapia sigue siendo necesaria. Para las lesiones recidivantes resecadas, como aquellas con receptores hormonales positivos, se pueden utilizar fármacos antihormonales en combinación.
El pronóstico de las metástasis a distancia es desfavorable. La recidiva local extensa, incluso muy localizada, constituye una afección grave. Si el estado físico de la paciente lo permite, se puede considerar la radioterapia y la quimioterapia concomitantes. Debido a la variabilidad de las recidivas locales, su detección precoz y su tratamiento tardío resultan complicados, y la posible aparición de metástasis a distancia puede empeorar aún más el pronóstico. Por ello, el seguimiento tras la cirugía de cáncer de mama cobra especial importancia.
En particular, es importante recordar que las pacientes con cáncer de mama deben someterse a exámenes médicos regulares cada tres meses durante los primeros cinco años posteriores a la cirugía, y a ecografías mamarias y abdominales, pruebas de función hepática y análisis de sangre relacionados cada seis meses, incluyendo CEA y CA15-3, radiografía de tórax, mamografía y gammagrafía ósea anualmente. Después de cinco años, se debe realizar un seguimiento regular cada seis meses. Si se presentan síntomas como fiebre inexplicable, tos, molestias en el cuadrante superior derecho del abdomen, dolor de espalda o dolor óseo, entre otros, que podrían ser señales de recurrencia, se debe consultar a un médico de inmediato.
Comentario
Estimados lectores, lean el artículo completo. Se ha hecho hincapié en la tasa de supervivencia a cinco años, pero no se menciona que el cáncer de mama tenga cura, ya que la medicina occidental no puede curarlo. Por lo tanto, las mujeres saben que cuanto más se someten a tratamientos con medicina occidental, más nerviosas se ponen, y esto debilita su corazón. Lo peor es que el cáncer de mama se origina por problemas cardíacos, así que cuanto más se trata, peor se pone, y nadie sobrevive. Les recomiendo que consulten a un médico de medicina tradicional china. Cualquier médico de medicina tradicional china que sepa que la leche materna es parte de la menstruación es un buen médico que puede tratar el cáncer de mama. El Dr. Peng Zhong, que ejerce en Zhongli, es muy bueno. Creo que puede tratar el cáncer de mama. Pueden consultarlo también. (Ver Hantang n.° 2 y Hantang n.° 5).
