Hola doctor:
Soy paciente de cáncer de mama. El Dr. Ni no solo curó mi cáncer de mama, sino también mi cardiopatía. Años de un matrimonio infeliz me abrumaban emocionalmente, y al mismo tiempo, una cardiopatía desconocida me atormentaba desde hacía años (la medicina occidental dice que no hay cura para las palpitaciones y arritmias), y además, en ese momento comenzó la menopausia. Fue entonces cuando descubrí que tenía una masa uterina desconocida. Me operaron para extirparla y los análisis postoperatorios salieron normales; solo era una ampolla. Pensé que la pesadilla había terminado, ¡pero quién iba a imaginar que aquello era solo el principio!
Menos de cinco años después de que me extirparan el útero y los ovarios, me diagnosticaron cáncer de mama nuevamente. Estaba aterrada y muy triste, y les cargué todos mis problemas a mi esposo y a mis familiares. No había alegría en mi vida. Justo cuando empezaba a prepararme para la mastectomía, tiempo después, mi sobrino, que estudiaba medicina tradicional china, me insistió en que no me operara, sino que usara la medicina tradicional china para tratarme. Nunca había oído que la medicina tradicional china curara enfermedades; solo sabía que nutriera el cuerpo, ¡y el cáncer no es ninguna broma! Entonces empezó a explicarme algunas teorías sobre el tratamiento con medicina tradicional china. Al mismo tiempo, me recomendó la página web del Dr. Ni. Gracias a los artículos del Dr. Ni y a muchos testimonios, poco a poco comprendí por qué la medicina tradicional china puede curar enfermedades y, convencida de su poder curativo, acudí a su clínica.
En cuanto entré en la clínica, me llamó la atención la risa contagiosa. ¡¿Esto es una consulta médica o una obra de teatro?! ¿Cómo es posible que haya risas? Resultó que el Dr. Ni le estaba explicando la enfermedad a la paciente, la tranquilizó y la hizo reír. Jajaja, esto sí que era nuevo para mí. "Quizás la enfermedad de otras personas sea más leve. ¡No puedo reírme!", pensé. Pero cuando me tocó el turno, el Dr. Ni les gritó a esos médicos occidentales incompetentes al escuchar mi caso, lo cual me impactó. Luego me consoló y me dijo que no me preocupara, que el cáncer de mama no era una enfermedad terminal, que se podía tratar, pero que lo más importante era mantener una actitud positiva. Me recomendó tomarme unas buenas vacaciones de un mes, y que con la medicina tradicional china, sin duda reduciría el tumor. Sí, no pude evitar sonreír, sentí una gran confianza y luego reí felizmente. Fue realmente asombroso.
Después de un mes de tratamiento, mi tumor se ha reducido muchísimo, y a veces ni siquiera puedo tocarlo. Estoy muy contenta. Ahora que he superado la confusión, tengo mucha confianza en la medicina china para tratar mi cáncer de mama. Gracias a la bondad y amabilidad del Dr. Ni, le estoy muy agradecida por enseñarme a ser feliz.
Tengo una visión diferente del sentido de la vida y quiero compartir con el mundo los beneficios que he obtenido de la medicina china. Ahora estoy promocionando la página web del Dr. Ni entre mis colegas estadounidenses, con la esperanza de que más personas la conozcan. Estoy de acuerdo con la medicina tradicional china y, una vez más, quiero agradecer al Dr. Ni su arduo trabajo publicando libros y DVDs, enseñando a sus discípulos, para que la cultura que nos legaron nuestros ancestros pueda transmitirse y más personas puedan beneficiarse. ¡Gracias, doctor!
